Khan aterrizó el domingo en el aeropuerto internacional de Tegel, informa hoy el diario berlinés "Der Tagesspiegel", al frente de una avanzadilla de 50 miembros de su equipo, y fue recibido por una nutrida representación de fans.
El rodaje de "Don 2", anunciada como la mayor producción hasta ahora de las de por sí costosas películas del actor indio, está envuelto en el secretismo y apenas se sabe que es la secuela del anterior filme, con Khan metido a superagente contra la mafia.
La decisión de rodar en Berlín ha llenado de satisfacción a las autoridades capitalinas, que esperan convertir cada paso del actor por sus calles en un espectáculo mediático.
La primera ocasión para comprobarlo será el 45 cumpleaños de la superestrella, el próximo 2 de noviembre, que se prevé celebre en la capital alemana con una gran fiesta a la que se prevé asistan la esposa y los dos hijos del intérprete.
El actor indio desató ya avalanchas de seguidoras en las dos ocasiones en que asistió a la Berlinale, la última este año, en que presentó en la sección oficial del Festival de Cine, fuera de concurso, "My Name is Khan", un alegato contra la islamofobia.
Aunque en ese film no cantaba ni bailaba, con su presencia eclipsó a otros invitados del festival, incluido Leonardo DiCaprio, cuyo impacto mediático fue hasta tibio, comparado con las crisis nerviosas que desató la estrella de Bollywood entre sus fans.
Dos años atrás, el festival berlinés había vivido ya un impacto parecido con el pase de "Om Shanti Om", una película que, a diferencia de "My Name is Khan", sí era una producción cien por cien bollywoodiana y profusa en números musicales.
Shah Rukh Khan se decidió a rodar en Berlín a sugerencia de sus buenos amigos alemanes, entre ellos el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, quien le ha invitado ya en dos ocasiones a su festival con el argumento de que es el único actor del mundo con un millón de fans.
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